Los Angeles Lakers han comenzado la temporada con un balance neutro de diez victorias y diez derrotas. Un registro que se halla muy por debajo de las expectativas generadas durante el verano en un equipo que cuenta entre sus filas con LeBron James, Anthony Davis y Russell Westbrook.
A pesar de que la confección de la plantilla ha estado en tela de juicio desde el pasado curso, ni las oficinas principales ni la plantilla pagarán los platos rotos ante una posible hecatombe. De hecho, el periodista Marc Stein ha informado que el puesto de Frank Vogel al frente del banquillo de los Lakers ha empezado a ser cuestionado.
Diversos rumores entre los técnicos de la NBA sugieren que la seguridad laboral de Vogel está en peligro. El propio Stein señala que un traspaso es normalmente el primer ajuste a considerar, aunque, en esta ocasión, los Lakers presentan un margen de maniobra muy limitado respecto a sus jugadores.
De ahí que la presión haya recaído exclusivamente sobre Vogel, quien ya lideró a los Indiana Pacers a unas Finales de Conferencia y a los propios Lakers al campeonato en 2020. Curiosamente, el equipo oro y púrpura está naufragando en defensa, principal virtud del técnico: están encajando 108,5 puntos por cada cien posesiones, 12º peor registro de la liga.
Sin embargo, hay otras facetas que también han condicionado el arranque de curso de los Lakers: desde la dificultad para añadir a Russell Westbrook a la mezcla ofensiva hasta los ocho encuentros que LeBron se perdió por lesión.
Stein recalca que todavía es muy pronto para hablar de un despido inminente, pero incide en la etiqueta de hot seat si los resultados positivos no comienzan a producirse de forma regular.
(Fotografía de portada de Maddie Malhotra/Getty Images)