Así es. Aunque durante las cuatro campañas anteriores hubiese percibido solo 11 millones de dólares por año, siendo además dos veces MVP y erigiéndose como líder de un conjunto que ha ganado dos anillos, el propietario de los Warriors, Joe Lacob, consideró poner por delante a Stephen Curry una oferta de renovación que no llegaba al máximo salarial.
Tal y como informa Marcus Thompson II de The Athletic, mientras el equipo se preparaba para disputar los playoffs, Joe Lacob barajó ofrecer a su estrella un acuerdo por debajo del tope. Por suerte para Golden State —desconocemos cómo hubiese reaccionado Curry— éste nunca llegó a ver ese ofrecimiento sobre la mesa.
Queriendo convencer al base formado en Davidson del compromiso de la organización, Bob Myers (general manager) tuvo que intervenir para convencer a Lacob de que todo lo que estuviese por debajo del máximo salarial era un error. Este movimiento tranquilizó a Curry.
Ahorro por lesiones
Lo que en su momento parecía un problema, la fragilidad de los tobillos de Stephen Curry, ha terminado por ser una bendición para los de Oakland. Durante cuatro años, en los cuales ha promediado 25,8 minutos por partido, los Warriors han ahorrado una gran cantidad de dinero; tanto como para permitirles en primer lugar firmar a Andre Iguodala y después a Kevin Durant. El exjugador de OKC ha puesto la guinda al proyecto, pero fue Iguodala y su defensa la que les marcó el camino al éxito.
Próximas gestiones
El nuevo contrato de Curry se traduce en cinco años y 201 millones de dólares. Sin duda haber logrado su continuidad por menos hubiera sido rentable, pero cuesta creer que un dos veces MVP aceptase una rebaja con una sonrisa. En cualquier caso, el verdadero problema para Golden State llegará en 2019, año en el que deberá lidiar con la renovación de Klay Thompson, lo que podría traducirse en un pago enorme en impuesto de lujo.