Tras horas de dimes y diretes, se confirmó la noticia bomba que sacudió de sobremanera el panorama NBA el 4 de julio, justo un año después de otro 4 de julio para el recuerdo. Gordon Hayward, el agente libre más deseado que permanecía en el mercado de jugadores sin equipo, se ha decantado por jugar en los Boston Celtics a partir de la próxima temporada.
Hayward, que se encontraba deshojando la margarita entre Utah Jazz, Miami Heat y los propios Celtics durante los últimos días, se ha decidido por dar continuidad a su carrera en uno de los conjuntos más potentes de la Conferencia Este, tal como pudo adelantar en primera instancia Chris Haynes, periodista de ESPN.
Una decisión filtrada horas antes de hacerse oficial
La información de Haynes, no obstante, no se pudo confirmar de manera total en el primer momento ya que cuando se filtró la decisión el representante del jugador, Mark Bartelstein, dijo a ESPN que «aún estaban en el proceso de decisión», lo que retrasó la oficialidad del futuro de Hayward durante varias horas.
Se sospecha que cuando Hayward se decantó por los Celtics —él mismo dijo después que el lunes ya se inclinaba mucho por un equipo— su decisión se filtró a través de Haynes antes de que hubiese hablado con Utah Jazz y escrito su columna en The Players Tribune, por lo que el entorno de Hayward optó por asegurar que el alero aún no se había decantado por ninguna opción. El propio Hayward explicó en su carta que aún no había tomado la decisión y ya estaba leyendo que se marchaba a Boston. El presidente de Utah Jazz, Steve Starks, llegó a publicar en su cuenta de Twitter que confían en la palabra de Hayward y su agente de que no había nada resuelto en ese momento.
Siete años en Utah
Hayward, que fue All-Star la pasada temporada 2016-17, compartirá vestuario con otro jugador All-Star en 2017 como es Isaiah Thomas y tendrá como principal objetivo destronar a los Cavaliers como reyes del Este. Desde que en 2014 Kevin Love cambiase Minnesota por Cleveland, Hayward es el primer All-Star que se marcha de la Conferencia Oeste al Este.
El alero pondrá fin, así, a siete temporadas en los Utah Jazz, toda su vida profesional en la NBA. No fueron suficientes los méritos que la franquicia de Salt Lake City hizo en el mercado para agasajar a su jugador franquicia la pasada temporada. Los Jazz consiguieron hace solo unos días el traspaso de Ricky Rubio, quien habría sido una petición expresa de Hayward a Utah para la próxima temporada. Hayward quería jugar con él, sin embargo en última instancia decidió unirse a los Celtics de Brad Stevens, técnico con el que coincidió en la Universidad de Butler.
Contrato confirmado
El acuerdo cerrado entre Hayward y los Celtics, según adelantó Shams Charania de The Vertical, es por cuatro temporadas y 128 millones de dólares, siendo el cuarto año opcional para el jugador. La web Spotrac no se ha demorado ni un instante en publicar el prorrateo: así, en su primer año en Boston el small forward se embolsará 29,7 millones, para ir subiendo paulatinamente hasta ese cuarto año que, de ejecutarlo, Hayward cobraría 34,19 millones de dólares.
En The Players Tribune, lugar predilecto de los jugadores para hacer públicas decisiones de tan importante calado y contenido, Hayward justificó su cambio de equipo. «Había tantas cosas grandes que me tiraban en esa dirección. Estaba la cultura ganadora de Boston, como ciudad —desde los Sox, a los Pats, a los Bruins—, la especial historia de los Celtics, como franquicia, de Russell, a Bird, a Pierce, y más», escribió Hayward en una columna de más de 2.000 palabras.
«Estaba el asombroso potencial de esta plantilla actual de Celtics, como equipo, desde la propiedad, hasta la oficina principal, a una talentosa plantilla con Isaiah, y Al, y todos los demás. Y por supuesto, estaba el entrenador Stevens: no sólo por la relación que hemos construido fuera de la cancha, sino también por la que empezamos a construir en la pista, años atrás, en Indiana».
«Y ese asunto inconcluso que tuvimos juntos, en 2010, cuando abandoné a Butler para ir a la NBA… por lo que a mí respecta, todos estos años más tarde, todavía tenemos eso pendiente: ganar un campeonato».
Nota: Miguel Gaitán, Enrique Bajo y Elio Martínez colaboraron en la redacción de esta noticia.