Ni siquiera una victoria, algo que últimamente se ha convertido en una exquisitez para los Cavaliers, es capaz de apaciguar todo el círculo mediático que envuelve al equipo. Tras el triunfo logrado anoche ante los Timberwolves por 140-138, Isaiah Thomas aprovechó sus minutos ante los micrófonos para hacer un alegato dirigido directamente a los despachos de su franquicia: no quiere ser traspasado.
“De veras que no quiero ser traspasado”, comentó el base en declaraciones recogidas por ESPN. “Estoy cansado de oír los rumores sobre un traspaso. No es algo que me guste, solo quiero quedarme donde quiera estar. Las cosas no han pasado como creíamos, pero definitivamente quiero quedarme aquí. Quiero tener la oportunidad de ganar un campeonato NBA, quiero ser parte de eso”.
La llegada de Thomas al equipo siempre ha estado envuelta de cierto escepticismo. Lo primero, por venir a sustituir a uno de los mejores jugadores de la competición como es Kyrie Irving; lo segundo, porque su lesión iba a tenerle fuera de las canchas un buen tiempo y eso impediría que cogiera el ritmo del equipo; y tercero, porque cuando ha logrado estar fino físicamente, el equipo ha sido el que ya tenía la cabeza gacha y ha sido imposible que luzca sus habilidades y desempeños.
Tyronn Lue también estuvo en modo defensivo con su jugador. Sabe que este tipo de decisiones de negocio muchas veces se escapan del poder que ejerza un entrenador para poder retener o no a un jugador, pero cree que lo mejor de Thomas en Cleveland está aún por venir.
“Thomas ha estado mucho tiempo fuera de las pistas. Y ahora que ha vuelta existe una presión por tener que jugar bien, incluso aunque él todavía no tenga el 100% en su tono físico. No pensé que las cosas fueran a ser tan complicadas, pero hay que seguir hacia delante y tratar de salir del agujero en el que estamos”, completó Lue.