J.R. Smith saltó a la agencia libre con toda la intención de hacerse con una buena porción de la tarta tamaño XXL que se sirve este verano. Pero ese era (y es), a priori, su único objetivo. Porque sus pretensiones económicas eran las únicas pendientes de satisfacer; en sus anhelos deportivos está más que satisfecho. Le encantan los Cavs.
Su opción de jugador con Cleveland Cavaliers el próximo ejercicio se limitaba a cinco millones de dólares, por lo que Smith ni se lo pensó a la hora de renunciar a ella. Tras una temporada asombrosamente estable —para él— y notable, el escolta entendía que merecía más. Durante este curso se ha convertido en un fiable jugador de catch-and-shoot, promediando 11,5 puntos en Playoffs.
Con el tema de Durant resuelto, los humos de Wade apagados y los internacionales Mozgov y Dellevadova fuera, a los Cavs sólo les queda ir cerrando su plantilla. Con la renovación de Jefferson firmada, la continuidad de Smith es el siguiente punto en el orden semanal. Indica Chris Haynes del Cleveland Plain Dealer, que hay absoluta reciprocidad; ambos, jugador y franquicia, quieren seguir ligando su futuro.
La única cuestión todavía por decidir, es por cuánto.