En febrero de 2017, Jabari Parker caía lesionado por segunda vez en menos de tres años de su rodilla izquierda. En el duelo ante los Heat, el jugador de los Bucks se volvía a romper el ligamento de su rodilla izquierda. Ese golpe duro suponía una baja para Parker de doce meses, un año natural completo.
Ahora, consumida la mayor parte de esa inactividad, Parker cumple con las etapas marcadas para la rehabilitación y en algún momento de febrero, alrededor del All-Star, y si nada se tuerce, volverá a las pistas y a vestir la camiseta de los Bucks. Así lo afirma el periodista Mike McGraw.
Optimismo desde hace meses
Lo cierto es que en septiembre, el propio Parker ya estimó febrero de 2018 como la fecha de regreso y apuntó que incluso iba un poco adelantado en su recuperación. En noviembre, ese optimismo se confirmó con la información de Gery Woelfel, para The Journal Times, quien confirmaba que Parker progresaba en sus entrenamientos de manera notable.
El de Chicago debutó en la NBA en 2014 tras ser número 2 del Draft de ese año. La desgracia, en forma de dos graves lesiones, se ha cebado con él desde entonces. Parker ha jugado 152 partidos con los Bucks, con 15,8 puntos y 5,6 rebotes de media.