Pues sí, hasta este punto ha llegado el juego de filtraciones en la NBA. Como una discusión infantil en la que para que no dirigirte a la persona con la que estás cabreado utilizas un intermediario mientras gritas para que el otro te escuche. «¡Pues dile a…! A pocas horas de que el mercado de traspasos cierre sus puertas, Adrian Wojnarowski informa en ESPN de que James Harden no hace una petición oficial de traspaso por miedo a las críticas. Como si alguien sobre la faz de la tierra ignorase a estas horas que su intención es salir de los Brooklyn Nets.
También lo sabe Sean Marks, su todavía mánager general, al que no hace falta que se dirija para sentir la presión que cae sobre él estos días. Los Nets hipotecaron su futuro a cambio de Harden hace solo un año y, tras no llegar a un acuerdo de renovación hace unos meses, están en peligro de perderle a cambio de nada el próximo verano. A pesar de que lo más probable en ese escenario sería una salida vía sign-and-trade.
Aún así, la no-petición formal de La Barba es importante para guardar las formas. Es posible que en la negociación por recibir más jugadores que Ben Simmons o la avaricia de Morey a la hora de mantener sus efectivos terminen rompiendo el trato. Y entonces será más fácil que en Brooklyn se hagan los locos con aquello de donde dije digo…
Al fin y al cabo, mañana por la mañana el objetivo de los Nets será ganar el anillo, y eso no cambia estando Harden o Simmons. Para Marks su jugador ahora mismo es un dolor de cabeza, pero sabe perfectamente que si permanece en la franquicia pasada esta jornada, dejará a un lado lo de perderse partidos y jugar a desgana. Quizás no sea suficiente, pero con un anillo en el dedo la vida se ve diferente, y si hace un año pensábamos que Harden e Irving renovarían para que la ventana de oportunidad de este equipo durase un par de años más, no diremos ahora que la salida de Harden en verano es segura en caso de permanecer en Nets.
(Fotografía de portada de David Berding/Getty Images)