Atlanta Hawks no piensa poner trabas a su reconstrucción. Siendo en estos momentos el peor equipo de la NBA con un récord de 16-37, los de Georgia encaran la fecha límite de traspasos colocando el cartel de disponible a prácticamente todos sus jugadores, tal y como informa Sean Deveney de Sporting News.
El único que se salva de la criba de poder salir del equipo a última hora es John Collins. Número 19 del Draft de 2017, este chico formado en Wake Forest es la gran noticia del curso para los Hawks, que ven en los 10,4 puntos y 6,9 rebotes que promedia en 22,1 minutos por noche la antesala de lo que puede ser un gran jugador.
Pero volvamos a los transferibles. El mayor problema para Atlanta, según un ojeador citado por Deveney, es que las ofertas por sus jugadores están siendo bastante bajas.
El activo más interesante en estos momentos puede ser Dewayne Dedmon. Con una media de 10 puntos y 7,7 rebotes, se presenta como una fuerza interior interesante para esos equipos que quieren dar un empujón a su pintura de cara a playoffs. La cuestión es que nadie dará una primera ronda (es lo que quieren) por un jugador que puede ser agente libre en verano si no ejerce su opción de jugador. Philadephia 76ers, Milwaukee Bucks y Oklahoma City Thunder serían los interesados.
Pocas alternativas
Menos interés ha existido por Marco Belinelli y Ersan Ilyasova, ya que el resto de equipos creen que acometer un traspaso es una pérdida de tiempo porque seguramente serán cortados. Incluso Dennis Schroder, quien en verano era la pieza señalada sobre la que reconstruir, no ha suscitado demasiadas llamadas. El hecho de tener que percibir 46,5 millones de dólares hasta 2021 es un freno importante. Situación similar se da con Kent Bazemore.
Puede que en Georgia hayan puesto a la venta a todo su roster, pero no por ello va a salir nadie en breve. Atlanta quiere reconstruir a través de talento y selecciones del Draft. El problema es que no parecen tener mucho que ofrecer para conseguirlo.