A pocos días de terminar el mes de julio, el futuro de Josh Giddey continúa siendo incierto. Pese a su excelente final de temporada, el base no ha conseguido que los Chicago Bulls le ofrezcan una cifra que él considere justa para firmar la renovación, y, según informa Joe Cowley, periodista del Chicago Sun Times, ambas partes no están precisamente cerca de entenderse.
En concreto, Cowley señala que la brecha entre el salario que el jugador busca y el que la franquicia cree que merece roza los 10 millones de dólares anuales, una diferencia bastante notable que dificulta el entendimiento. Giddey busca en concreto un contrato cercano a los 30 millones por temporada, tomando como referencia el que Jalen Suggs firmó con Orlando el año pasado, pero en Chicago, sabedores de que el australiano es agente libre restringido, no quieren acercarse a esa cifra.
En cierto modo, ambas posturas son entendibles. Josh, tras promediar 21,2 puntos, 10,7 rebotes y 9,3 asistencias tras el All-Star, quiere aprovechar ese buen sabor de boca final para exigir un gran contrato; los Bulls, en época de aprons y de pánico a malos contratos, no quieren comprometerse en exceso con un jugador que, pese a su buen rendimiento, no parece llamado a ser siquiera segunda espada en un equipo campeón. Pero el tiempo pasa y la cosa se complica.
De hecho, Cowley apunta a que existe una posibilidad real de que Josh Giddey acabe aceptando su oferta cualificada de 11 millones para renovar por un solo año, convirtiéndose en 2026 en agente libre sin restricciones. Así, más franquicias podrían estar interesadas en negociar con él, sirviendo como medida de presión para unos Bulls que ahora mismo no sienten que puedan quedarse sin el australiano.
(Fotografía de portada: Nell Redmond-Imagn Images)