Klay Thompson puso un feo broche a la que quizás haya sido su temporada más dura en la NBA. Lesiones aparte. El escolta dejó su casillero de puntos a cero en el definitorio partido ante los Sacramento Kings y su futuro queda en el aire. Thompson es agente libre sin restricciones este mismo verano. Durante todo el curso tanto jugador como franquicia se han hecho guiños apuntando a su continuidad. Pero lo cierto es que sus posturas salariales parecen estar lejos.
Tanto que, según revela Shams Charania, el jugador habría rechazado un total de 48 millones de dólares por dos años para extender su contrato. Lo cual indica que, a pesar de estar lejos de su cima de rendimiento, Thompson cree que puede recibir más en la agencia libre. De hecho, el periodista también apunta que la idea del jugador es afrontar la offseason con la mente abierta ante cualquier oferta.
Este año Thompson percibirá algo más de 43 millones de dólares referentes al contrato que firmó con la franquicia en 2019. Un gran gesto precisamente en el momento en el que Klay se partió el Aquiles en la final ante Toronto Raptors. Steve Kerr ya ha dejado claro que su deseo es que el jugador continúe.- «Le quiero mucho y con suerte podremos renovarle», dijo el técnico. Sin embargo, Joe Lacob y Mike Dunleavy, propietario y presidente de operaciones, no quieren hacerlo a cualquier precio. El objetivo de la propiedad es rebajar la masa salarial, a poder ser, hasta quedar por debajo del umbral del impuesto de lujo. Algo que solo posibilitaría la marcha de Chris Paul y una rebaja severa del propio Thomson. De momento, no parece que esta se vaya a dar.
(Fotografía de portada de Ezra Shaw/Getty Images)