Tal cual suena. Pese a haber sido importante en los pasados playoffs para Miami Heat, equipo al que ayudó a llegar hasta las Finales de la NBA, el futuro de Kyle Lowry en la entidad de Florida se vislumbra más que nublado. Aunque no dudan de su valía, en la gerencia entienden que ha llegado la hora de dar un giro a la posición de base; tanto es así que según informa Barry Jackson de The Miami Herald los Heat estarían considerando hacer uso de la stretch provision par despedir al point guard de 37 años.
Esta posibilidad se abre ante la dificultad para hacerse con la pieza que realmente desea Miami: Damian Lillard. Con la estrella de Portland determinada a iniciar la campaña 2023-24 en su actual equipo, hacer uso del salario de 29,7 millones de dólares que tiene Lowry para cerrar un traspaso se antoja más que lejano.
Ante tal escenario, Miami se está planteando las ventajas financieras de cortar a su veterano jugador. De cara a la agencia libre tienen decidido apostar fuerte para renovar a Gabe Vincent y/o Max Strus. Si se dan estas firmas se dispararían por encima del impuesto de lujo, y en ese contexto dejar partir a Lowry sería algo que verían con buenos ojos.
Para ser exactos, la stretch provision permitiría a los Heat dividir el gasto salarial de Lowry en tres años y 9,9 millones de dólares en cada uno de ellos. Más claro, optar por este camino reduciría los compromisos salariales de Miami para la 2023-24 de alrededor de 178,5 millones de dólares a 158,5 millones, lo que sacaría al equipo, al menos temporalmente, del impuesto de lujo.
Si bien nadie duda del valor de Lowry sobre el parqué –esta campaña ha promediado 11,2 puntos, 5,1 asistencias y 4,1 rebotes–, no es menos cierto que ya no es esa pieza determinante de hace años. Quizás separar el camino de ambos cuando le resta un solo año de contrato sea la mejor opción que tienen los de Florida, pensando siempre en que no logren antes un traspaso.
(Fotografía de Mike Ehrmann/Getty Images)