La biografía de Antetokounmpo desvela prácticas abusivas de Kidd como entrenador

«Giannis: el improbable alzamiento de un MVP de la NBA» es el título de la biografía de Giannis Antetokounmpo que se publica hoy mismo. En ella, se repasa el crecimiento del jugador de los Bucks desde sus inicios hasta su coronación en la liga, incluyendo por supuesto sus años siendo entrenador por Jason Kidd, quien, en base a un pequeño fragmento que se ha dado a conocer, no parece salir bien parado.

El libro narra lo acontecido el 23 de diciembre de 2014, día en que Milwaukee, que estaba siendo una de las sorpresas positivas del arranque de curso, cayó en casa ante los Hornets. Dado que no eran uno de los equipos elegidos para participar en la jornada de Navidad, los jugadores contaban con dos días de descanso, pero el técnico no parecía dispuesto a concederlos. En el vestuario, preguntó a Zaza Pachulia si aquel era un partido ganable, y cuando este respondió que sí, le preguntó si creía que el equipo merecía los dos días libres.

«Entiendo tu frustración, entrenador. Todos estamos frustrados porque este es un partido que deberíamos haber ganado y no nos hemos esforzado lo suficiente. Pero a la vez, ahora tenemos vacaciones, y las Navidades son importantes para nuestras familias. No es por nosotros, sino por ellos. Todos hemos hecho planes» dijo el georgiano en tono conciliador.

Kidd preguntó entonces a Jared Dudley, que dio una respuesta similar. Esto, sin embargo, no satisfizo al técnico, que obligó a sus jugadores a acudir a una sesión de entrenamiento la mañana de Nochebuena, una sesión que fue especialmente dura, y en la que se cebó por encima de todo con Larry Sanders.

Según relatan los presentes, Jason llamó a Sanders repetidas veces «trozo de mierda» y le dijo que era «un jugador horrible» y «patético». Larry, tras aguantar durante mucho tiempo los continuos ataques y la exigencia física de la sesión, no pudo continuar y comenzó a temblar. «Mi cuerpo quebró. No podía soportarlo ni física ni mentalmente» asegura el pívot.

El jugador solicitó a Kidd ir al baño, pero lo que hizo cuando este le dio permiso fue marcharse al hospital, donde pasó la noche. Después de aquello, Sanders se retiró del baloncesto. Si bien hizo un intento de regreso en 2017 con los Cavaliers, con quienes disputó 13 minutos en 5 partidos, el encuentro contra Charlotte de aquel 23 de diciembre de 2014 fue el último que jugó con los Bucks y, a efectos prácticos, su último partido de verdad en la NBA.

Dudley sale en su defensa

Las reacciones ante esta historia han sido totalmente contrarias al técnico, lo que ha hecho a su vez que distintas voces salgan en su defensa. Una de ellas ha sido al de Jared Dudley, que formó parte de aquellos Bucks y también coincidió con Kidd en los Lakers, quien ha querido poner en valor su trabajo en la franquicia.

«Jason Kidd fue un gran entrenador en Milwaukee» escribió en Twitter. «Fue un hombre que cambió la cultura del equipo y les hizo protagonizar uno de los cambios de rumbo más sorprendentes de la historia. Vi en persona lo que hizo con Middleton y Giannis. Él sentó las bases para que pudieran ser campeones en el presente».

Es cierto que, de la mano de Kidd, los de Wisconsin pasaron de ser el peor equipo de la NBA con un balance de 15-67 a ocupar la sexta plaza del Este con un 41-41 de un año para otro. Su trabajo ayudó a acortar la etapa de transición y propició el crecimiento de hombres que han sido claves en el anillo, por lo que fue un hombre importante a pesar de no ser capaz de llevar al equipo al siguiente nivel. No obstante, no son ni sus resultados ni el rendimiento deportivo de sus equipos lo que esta historia pone en cuestión.

(Fotografía de portada: Jason Miller/Getty Images)


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