Empiezan a emerger los entresijos de la operación de Donovan Mitchell. Especialmente la de la negociación finalmente frustrada entre los Jazz y los Knicks. Adrian Wojnarowski fue el primero en avisar en su reporte sobre la extensión de R.J. Barrett que dicha renovación complicaba las cosas con el nuevo escolta de los Cavaliers. Ahora sabemos gracias a varias fuentes que la firma enfrió por completo las relaciones entre Utah y New York.
Brian Windhorst desvela en su podcast que todas las fuentes con las que ha hablado estos últimos días señalan lo hostil que se tornaron las conversaciones a partir del pasado martes. Por su parte, Tony Jones afirma en The Athletic que Danny Ainge no volvió a dirigirse a la gerencia de los Knicks tras la extensión de Barrett. Esto no se debe tanto al interés que pudiesen tener los Jazz en el alero. Más bien que el presidente de operaciones de Utah entendió o quiso entender que Leon Rose cerraba los términos de su negociación mandando un ultimátum.
Apunta también Woj que antes de la renovación de Mitchell Robinson los Knicks llegaron a ofrecer al pívot, Obi Toppin, R.J. Barret y tres primeras rondas sin proteger. Esta oferta mutó y Rose se plantó en dos rondas desprotegidas y otras dos con protección más un paquete de jugadores que seguía incluyendo a Barrett. Los Knicks se plantaron ahí y pusieron como fecha límite el 30 de agosto, día en el que si nada había sucedido renovarían a su jugador y seguirían con sus propios planes. El resto es historia.
(Fotografía de portada de Sarah Stier/Getty Images)