Ayer se confirmó el acuerdo que había alcanzado Larry Sanders para rescindir su contrato con los Milwaukee Bucks.
Tras su problemas extradeportivos, el pívot ha decidido aparcar su aventura en la NBA. Pero no lo hará gratis, ya que de los 40 millones de dólares que le restaban por cobrar, solo recibirá 13 millones.
El pívot, protagonista de numerosos escándalos deportivos, ha sido suspendido por 10 días por violar el programa anti-drogas de la NBA. Además, está apartado de la disciplina de los Bucks alegando «problemas personales».
Sanders, que podrá firmar por cualquier equipo una vez oficializado su despido, habría recibido el interés de los Dallas Mavericks. Sin embargo, no está muy claro que esté por la labor de volver a la competición.