Disponer de un Big Three compuesto por Kevin Durant, James Harden y Kyrie Irving te catapulta automáticamente a lo más alto de la lista de candidatos al anillo. Ahí se hallaban los Brooklyn Nets antes de que las lesiones limitaran su producción durante la temporada regular y lastraran, de forma más concreta, sus aspiraciones en playoffs.
Los Milwaukee Bucks terminarían por llevarse el gato al agua en la prórroga del Game 7 de Semifinales de Conferencia para, posteriormente, alzarse con el campeonato. Un desenlace que no ha ensombrecido lo más mínimo el papel de los neoyorquinos ni lo que se les presupone para este nuevo curso: sentarse en el trono de la NBA.
Para ello no solo han mantenido su núcleo sino que han cerrado la contratación de nombres como Patty Mills, James Johnson, Paul Millsap o LaMarcus Aldridge, quien regresa a los Nets tras recibir el visto bueno de los médicos y aparca así la retirada.
Sin embargo, una información procedente del New York Post sugiere que el resto de franquicias no está sorprendida con estos movimientos, principalmente con los que atañen al juego interior. De forma más concreta, estos ejecutivos y scouts habrían mencionado que Millsap y Aldridge no suponen una mejora respecto a Jeff Green, una pieza valiosa durante la pasada temporada, que en esta jugará en Denver.
El atletismo, la versatilidad y el tiro exterior que aporta Green es muy difícil de replicar por parte de Millsap, Aldridge y Griffin en el punto actual de sus carreras. Aunque las posibilidades que comprende este tridente y la gran cantidad de recursos ofensivos de sus estrellas son capaces de eclipsar las carencias del equipo. ¿O quizá no? ¿Será suficiente?
(Fotografía de portada de Ronald Cortes/Getty Images)