Por bien que hayan salido estos dos primeros años de invento, es evidente que la Copa NBA tiene aspectos a mejorar. Este curso ha sido común ver quejas por el formato de la fase de grupos y, en esta reciente fase final, por Las Vegas como sede de los últimos tres partidos. La ciudad de Nevada lleva siendo la niña mimada de la NBA cerca de una década, regalándole guiños como la Summer League, un All-Star y ahora esta ‘Final Four’ de la NBA Cup. Todo en previsión de ser una de las ciudades benefactoras en la próxima expansión de la liga.
El curso pasado el ambiente del T-Mobile Arena dio el pego de forma notable. Pero se obvió el pequeño asterisco de la capacidad de atracción de los Lakers en cualquier punto de la geografía estadounidense. Este año, con dos mercados ínfimos como Milwaukee y Oklahoma y otros dos medianos como Atlanta y Houston, la cosa se ha resentido. Hasta dejar una atmósfera bastante desangelada durante semifinales y final. Sobre todo si se comparan con lo vivido en los cuartos, todavía disputados en las canchas de los equipos que se habían ganado jugar esa ronda en casa.
Silver empieza a dudar
La estampa ha sido tal durante estos cinco días que Adam Silver dejó flotando la idea de un cambio de sede o planteamiento general. El comisionado ha dicho «no estar seguro» de la celebración de la fase final de 2025 en Las Vegas. Especialmente después de recibir las sugerencias de algunos equipos interesados en jugar todos los partidos de la Copa en casa de los propios conjuntos.
Aun así, también dijo que sería difícil cuadrar eso en el calendario y que ve ciertas ventajas en convertir el viaje anual a Las Vegas en una tradición para que la gente reserve ese fin de semana para viajar a Sin City. Un anhelo quizás demasiado optimista.
En estos días también se ha puesto en tela de juicio, sobre todo usuarios en redes, la capacidad de la afición de Las Vegas para estar a la altura de una franquicia NBA cuando llegue el momento. Lo cual es algo tramposo. De hecho, Las Vegas Golden Knights de la NHL contaron desde el primer día con un apoyo muy por encima del esperado. No sucede lo mismo desde que los Raiders se mudaron a la ciudad desde Oackland, probablemente por traer una historia ya heredada.
(Fotografía de portada de SOENKE BURKERT LAS VEGAS/OLDEN)
