Casi once meses. Once largos meses esperando con furtiva impaciencia que llegara este día. Ben Simmons ya es uno más en la plantilla de los Philadelphia 76ers.
Durante el pasado lunes, se pudo ver al nº1 del Draft 2016 participando en una pachanga en unas pistas de baloncesto de su Australia natal. Y algunos sin duda se habrían preguntado sobre si el jugador contaba con el visto bueno de su equipo para tomar este riesgo. Duda despejada. Fuentes de la NBA, de las que se ha hecho eco el Philadelphia Daily News, han confirmado que desde la Ciudad del Amor Fraternal le han concedido la licencia al alero para realizar todo tipo de actividad física —baloncestísticamente hablando— con plena normalidad y poderes.
Enchufado
Y el chaval ha cogido el permiso con ganas. Aún dando por hecho que la entidad del elenco —a excepción de él mismo— no era de Dream Team del 92, Simmons se despachó a gusto durante el partidillo del lunes. Según refleja el boxscore, que lo hubo, el alero se quitó el hollín con 34 puntos, 17 de ellos en un sólo cuarto.
Así pues, se deduce, carpetazo definitivo a la lesión del quinto metatarsiano de su pie derecho que ha hecho atrasar un año su temporada de novato. Curso de novato en el que, por cierto, está lejos de figurar entre los favoritos (5,7%) para llevarse el Rookie del Año; al menos esa es la opinión mayoritaria de los componentes del Draft 2017.
Toquemos madera —dicha lesión tuvo lugar un 1 de octubre—; el training camp de los 76ers da comienzo el próximo 26 de septiembre. Que Simmons se vista más despacio que nunca; a estas alturas ya, prisas ninguna.