Los Lakers ganaron ayer a los Kings (75-69), en lo que supuso el estreno de su casillero de victorias después de tres derrotas consecutivas. Sin embargo, lo hicieron sin el concurso de Lonzo Ball, que también se había perdido el duelo del miércoles ante los Nuggets. Y posiblemente, en la semana que le queda de pretemporada al cuadro angelino, el base de UCLA no vuelva a aparecer en escena.
El domingo, Ohm Youngmisuk, de ESPN, aseguró que Ball tampoco jugaría ante los Kings por ese esguince de tobillo que está limitando su presencia en los encuentros. Según Ohm Youngmisuk, Luke Walton apuntó que es una posibilidad que Ball no pueda estar de vuelta hasta que no se inicie la temporada regular.
Aunque el esguince no es más que eso, un esguince, en los Lakers buscan ser cuidadosos para tener listo y al 100 por cien al hombre sobre el que gravitará gran parte de la temporada. “Es diferente con cada jugador. Es nuevo en el equipo así que tendremos que ver cuánto tarda en regresar de este tipo de lesiones. Nos gustaría tenerlo de vuelta, pero no nos vamos a precipitar”, aseguró Walton.
Ball se hizo el esguince el pasado lunes 2 de octubre, durante el segundo partido de pretemporada, ante los Nuggets, cuando cayó sobre el pie de Emmanuel Mudiay.
Precauciones máximas
Los Lakers abren la temporada el jueves 19, contra los Clippers. Antes, este martes se medirán a los Jazz y cerrarán la pretemporada el viernes, precisamente frente a su vecino de Los Angeles. Para la cita del día 19, Walton espera que su base pueda realizar el debut oficial en la NBA, pero la posibilidad de un pomposo estreno no estará nunca por encima de las precauciones, que se adoptarán al máximo. Los Lakers no correrán ni un riesgo con la lesión de Ball.