Sonaba raro aquello de las «razones personales» que apartaron a Joakim Noah de los dos últimos partidos de la gira de los Knicks, dentro de ese tour de nueve encuentros de diez posibles fuera de casa. Y las razones personales por las que Noah se había alejado de la disciplina de New York no eran otras que un enfrentamiento la semana pasada con Jeff Hornacek durante el entrenamiento posterior al duelo contra los Warriors.
Cuentan fuentes estadounidenses que se trató de un choque bastante caliente con Hornacek que, sin llegar a convertirse en algo físico, sí fue suficiente para que Noah fuera enviado a casa. El francés, que llegó a ser dos veces All-Star, venía de jugar solamente cinco minutos en la derrota de los suyos ante Golden State, dentro de una dinámica de no existir en la rotación para Hornacek, quien se ha olvidado de él esta temporada.
¿’Buyout’?
Noah únicamente ha participado en esta 2017-18 en 7 partidos con los Knicks y en 1 con los Westchester Knicks, el vinculado de la G League. Todavía con encuentros por cumplir por su sanción del 2016-17 por consumo de sustancias prohibidas, Noah empezó el curso como inactivo y una vez limpio, se encontró a la vuelta en noviembre con unos Knicks que no contaban con él.
Las cosas se han precipitado estos días y el choque con Hornacek ha abierto la puerta definitivamente a que la entidad de la Gran Manzana explore las opciones de quitarse de encima a Noah. El galo recaló en New York en el verano de 2016, cuando firmó por cuatro temporadas y 72 millones. Hace unos meses él mismo reconoció que quizá no fuera ya a llegar al nivel que mostró en Chicago. Y sin embargo, el jugador cree que puede tener minutos importantes en alguna rotación de planteles de NBA, señalan fuentes a Yahoo Sports.
El buyout asoma como posibilidad pero lo cierto, según señala ESPN, es que el jugador no está dispuesto a perdonar ni un dólar de su actual contrato. Más allá de lo que le quede por cobrar en esta temporada, Noah tiene garantizados para la 2018-19 y para la 2019-20 un total de casi 38 millones de dólares. Una losa muy difícil de cargar para cualquier equipo y muy difícil de empaquetar para los Knicks, dentro de un jugador que parece que ya ha dado lo mejor de sí.
Si hubiera stretch provision, esto es, la posibilidad de quitarse de encima a Noah pero abonándole su salario esparcido a lo largo de las temporadas, los Knicks deberían pagarle 7,5 millones de dólares en cada uno de los próximos cinco años, una carga algo menor, pero igualmente considerable para el cuaderno de salarios, porque esas cantidades cuentan para el tope salarial. Así, a corto plazo, este verano en la Gran Manzana ya tendrían 7,5 millones hipotecados para la agencia libre.