Hace ya más de una década que LeBron James puso de moda el ‘1+1’. Es decir, firmar un contrato de un año con opción de jugador para asegurarse flexibilidad prácticamente cada verano. Por ello, cuando estampó su rúbrica con Los Angeles Lakers, sorprendió que se tratase de un contrato por cuatro años. Habiendo llegado en 2018, James extendió su relación con la franquicia a finales de 2020 por dos años más, finalizando esta el próximo verano. Dentro de poco la organización angelina tendrá que empezar las discusiones de su próximo contrato y, según apunta Sam Amick en The Athletic, Rob Pelinka estaría dispuesto a que volviese a su habitual fórmula. De hecho, quizás termine siendo su plan principal.
James será elegible para extender su actual contrato este mismo agosto. Pero, en caso de no hacerlo, los Lakers estarían tranquilos de poder sentarse a negociar con él en el futuro inmediato. Esto tendría sentido por parte de la franquicia dada la edad de LeBron, al que quizás las leyes de la naturaleza le terminen dando de lado en algún momento de los próximos cinco años. La gerencia confía en seguir teniendo una buena relación con él y ser capaces de llegar a lugares que contenten a ambas partes.
El propio jugador también tendría sus razones para optar por su antigua fórmula. Según aseveró el pasado febrero durante el parón del All-Star, jugar junto a su hijo Bronny antes de retirarse es uno de sus mayores deseos. Por lo que la flexibilidad que le otorgaría una firma de este tipo tendría toda la lógica del mundo. El cuatro veces MVP está plenamente satisfecho con su vida en Los Angeles, y solo saldría de allí por razones variopintas como la mencionada.
(Fotografía de portada de Christian Petersen/Getty Images)