Blake Griffin está completando una de las temporadas más difíciles desde que aterrizó en la NBA. El seis veces All-Star está firmando los peores números de su carrera y su estado de forma está muy lejos del de sus mejores años en la liga. Tanto que en Detroit no cuentan con él.
Desde ESPN informan que el general manager de los Pistons, Troy Weaver, ha acordado con el jugador el apartarlo de la disciplina del equipo hasta que la franquicia y sus representantes sean capaces de resolver su futuro. Un futuro que se halla lejos de Michigan pues se barajan dos opciones: el traspaso o, en caso de no hallar un comprador, la rescisión de su contrato.
Los Pistons están afrontando un proceso de reconstrucción en el que Griffin no tiene cabida. Y menos con su producción actual. «Después de una extensa conversaciones con sus representantes, hemos determinado que comenzaremos a trabajar para facilitar una resolución sobre su futuro que maximice los intereses de ambas partes. Respetamos todo el esfuerzo que Blake ha hecho en Detroit y trabajaremos para lograr una solución positiva para todos los involucrados», compartiría Weaver.
El fin de una relación contractual que también ha confirmado el propio Griffin. «Estoy agradecido con los Pistons por comprender lo que quiero conseguir en mi carrera y por trabajar juntos para lograr el mejor camino a seguir.»
Ahora bien, cerrar una operación se presenta muy complicado. Al ala-pívot le resta otro año más de contrato por un valor de 39 millones de dólares, además de los 36,6 millones recogidos en el presente curso, una cantidad muy difícil de asumir por casi la totalidad de los equipos.
De este modo, los Pistons confirman su apuesta absoluta por el young core del equipo mientras que Griffin intentará dar un portazo a los problemas físicos y conquistar el anillo en otro destino.
(Fotografía de portada de Kevin C. Cox/Getty Images)