Según informa CSN Northwest, los representantes de LaMarcus Aldridge se habrían puesto en contacto con el general manager de los Portland Trail Blazers, Neil Oshley, para plantearle algunas opciones de cara a la salida de su representado de la franquicia.
La conversación habría tenido lugar en el pasillo de un hotel de Las Vegas, y según una fuente anónima de la liga, habría sido muy productiva para las dos partes, centrándose sobre todo en que se hiciera lo mejor para ambos. Este es un paso más en lo que Aldridge define, no como petición de traspaso, sino como “no me importaría irme”.
Pese a todo, la situación sigue en el mismo punto de conflicto, los Trail Blazers quieren que la marcha de su jugador franquicia suponga la llegada de al menos un jugador con nivel para que el equipo pueda ir a por los playoffs, mientras que las ofertas se siguen centrando en rondas de draft y jugadores que no convencen en Oregón.