Los San Antonio Spurs ocupan actualmente la sexta posición de la siempre competitiva Conferencia Oeste con un récord de 16-12. La franquicia de Texas parece haber hecho un pacto con la competitividad eterna y su núcleo de jóvenes está listo para tomar el relevo de forma definitiva.
Según el medio ESPN, el buen rendimiento actual del equipo ha empujado a la directiva a colocar el cartel de transferibles a DeMar DeRozan y LaMarcus Aldridge. Una decisión que, no obstante, entraba entre los planes de la franquicia y a la que ahora han dado forma: están abiertos a recibir ofertas de traspaso hasta el cierre del mercado del 25 de marzo.
Es fácil comprender el por qué de esta postura. El contrato de ambos finaliza este verano y los aires de renovación que sobrevuelan San Antonio exigen savia nueva. Además de los 51 millones combinados que liberarán de cara al curso 2021-22. Y un mercado tan poco propenso a los movimientos invita a aprovechar oportunidades como esta.
Así, la decisión en las oficinas de San Antonio señalaría a lograr algo a cambio aunque el desprenderse de ellos suponga perder posibilidades de asentarse en playoffs. Principalmente sin DeRozan, quien está cuajando una muy buena temporada, tanto en la pista como en su papel de mentor del young-core.
Interrumpir esta química no supone ningún añadido positivo pero los Spurs son conscientes de que esta temporada no están preparados para dar guerra y que el objetivo es desarrollar el talento presente y perfilar los siguientes pasos del nuevo proyecto de futuro. Y tanto DeRozan como Aldridge han demostrado que todavía pueden contribuir en la NBA a pesar de haber sido dos de las principales víctimas de la paulatina desaparición del mid-range.
(Fotografía de portada de Christian Petersen/Getty Images)