El cuento de hadas ya es realidad. LeBron James y su hijo mayor, Bronny, forman parte de la misma plantilla. Y estos días posan y comentan juntos las anécdotas que han dejado sus primeros entrenamientos. Una historia demasiado grande para perder la oportunidad de ser contada. Esto ha hecho olvidar que Los Angeles lakers, Rich Paul y el propio LeBron orquestaron una trama de dudosa ética para vestir a Bronny de púrpura y morado con el número 55 del Draft. Disuadiendo a cualquiera que siquiera lo intentase.
Entre este grupo de equipos potencialmente interesados sonaron varios equipos. El más sonado, los Golden State Warriors, sobre los que Brian Windhorst maneja información a este respecto en su último artículo para ESPN. Al parecer, la franquicia de San Francisco tenía a Bronny como favorito a seleccionar con el número 53 del Draft. Una táctica que, a toro pasado, podría verse como argucia a la hora de unir los destinos de James y Curry, anhelo que se ha desvelado durante este año.
Los Warriors estaban decididos a elegir al escolta. Sin embargo, en las palaras del periodista, «pero en última instancia, los Warriors decidideron respetar los deseos que James había dejado claro y que los Lakers cumplirían».
(Fotografía de portada de Kevork Djansezian/Getty Images)