Si Dwyane Wade hubiera podido predecir el futuro o simplemente hubiera retrasado un par de días su decisión de seguir en los Bulls, a través de su player option, las cosas podrían haber sido muy diferentes para él. Cuando Wade dio el paso de seguir en Chicago para la 2017/18 a cambio de 24 millones de dólares, era un 20 de junio de 2017. Dos días después, en la noche del Draft, Jimmy Butler era enviado a los Timberwolves. Y ahí cambiaron los planes de Wade, que pasó de ver una 2017/18 con serias opciones de playoffs a tener ante sí un curso donde sería el mentor y veterano de un grupo en reconstrucción.
Desde entonces, los rumores sobre su salida de los Bulls, vía buy out, no han cesado, a pesar de que en la franquicia de Windy City aseguran por activa y por pasiva que Flash empezará la campaña a su lado y que la rescisión sólo vendría en condiciones provechosas para ellos, es decir, pagando menos de los 24 millones de dólares recogidos en el acuerdo con Wade.
Miami buscaría un acuerdo barato
Con casi 5 millones de dólares de excepción media para gastar, en Florida no tienen intención de tirar la casa por la ventana por Wade, según asegura Miami Herald, lo que no supone que no pueda haber otros caminos para su regreso. Así, los Heat buscarían una reunión con Wade donde le ofrecerían un salario no excesivamente lesivo para las arcas de la entidad, jugando con la ventaja de que Wade vendría con dinero fresco del buy out. Con un buen grupo de exteriores en nómina y sin la necesidad apremiante de sumar uno más, la potencial reunión Wade-Heat y cómo se desarrolle dependería mucho de las condiciones de la rescisión del jugador en Chicago, si se llega a producir. Los Bulls no pondrán las cosas fáciles.