Hace un año, Mo Williams ganaba el anillo con Cleveland y ejecutaba su opción de jugador que le permitía seguir en Ohio un curso más, a razón de 2,9 millones de dólares. Todo parecía idílico en un veterano que había alcanzado el título de la NBA y que, a pesar de las lesiones, había sido un jugador de rotación interesante en los planes de los Cavs.
Sin embargo, meses después, Williams pasaba por el quirófano para retirar restos de espolones óseos en su tibia y peroné de la pierna izquierda. Era octubre de 2016 y en Cleveland todavía esperaban que el jugador confirmase su decisión de retirarse, anunciada a la propia franquicia a finales de septiembre. Algo que oficialmente nunca se produjo, toda vez que Williams no fue a las oficinas de la NBA a hacer los papeles pertinentes y cerrar el trámite de la jubilación deportiva. El exterior, de entonces 33 años, decidió por su cuenta y riesgo operarse, tras asegurar el grupo médico de los Cavaliers que no era necesario hacerlo, un hecho que creó mucha fricción entre jugador y franquicia.
Varios traspasos y ningún partido
Ahora, con la agencia libre a punto de abrirse, Williams trabaja duro para volver a la NBA, según ha asegurado su agente Raymond Brothers, en información aportada por Adrian Wojnarowski, quien cubre sus últimos servicios para The Vertical antes de pasarse a ESPN este mismo 1 de julio.
Desde octubre, Williams ha sido carne de traspaso para cuadrar salarios de las diferentes franquicias. A principios de 2017 fue parte de la operación que acabó con Kyle Korver en Cleveland, para luego ser traspasado de los Hawks a los Nuggets, que lo cortaron y fue adquirido por los 76ers, que lo volvieron a cortar y vuelta a Denver, donde el 24 de enero era despedido definitivamente tras una semana donde llegó a pertenecer a tres franquicias diferentes sin jugar ni un segundo para ninguna de ellas. Cosas de los negocios de la NBA, de la que desea volver a formar parte.