La llegada de Dwyane Wade a Cleveland, un fichaje donde la influencia de LeBron James jugó un papel decisivo, agradó al líder de los Cavaliers, deseoso de competir al lado de su amigo y excompañero de sus años exitosos en los Heat. James buscaba en Wade un veterano con mentalidad ganadora y capaz de aportar esos puntos fuertes a la plantilla de los Cavs.
Sin embargo, si la llegada de Wade a Ohio, que ha empezado a tener mejores frutos desde que el escolta sale desde el banquillo en lugar de hacerlo como titular, fue una completa satisfacción para James, muchos de los integrantes del vestuario de Cleveland tuvieron un sentimiento contrario. La obligada salida de Richard Jefferson para dejar hueco a Wade fue uno de los detonantes de este sentimiento.
El desagrado por el fichaje de Wade que se posó en buena parte de la plantilla de Cleveland ha sido conocido por boca del propio LeBron, quien en una entrevista a The Athletic aseguró que le molestó el hecho de que muchos de sus compañeros no apoyaran el movimiento que suponía traer a todo un campeón de la NBA. Según James, sólo un par de compañeros apoyaron la iniciativa de contratar a Wade, directamente impulsada por LeBron, que fue la persona que le dijo a Flash que firmara por los Cavs.
“Yo sé todavía lo que es capaz de hacer. ¿Por qué no quieres alguien que tiene mentalidad ganadora y que todavía puede jugar?”, se preguntaba James sobre la cuestión. “Por supuesto que me molestó. Pero es lo que hay”.
La fuerza de la palabra de James
La omnipresencia de LeBron en lo que se haga y deshaga en los Cavaliers vuelve a quedar de manifiesto si atendemos a las propias palabras de Wade acerca de cómo se produjo su firma por Cleveland, tras el salir de Chicago vía buy out. “LeBron me dijo que viniera, le pregunté a Tyronn Lue, no me dijo que no me quisiera, entonces decidí venir”. Palabra de Rey.