Cuando Nico Harrison llevó a cabo el traspaso de Luka Doncic, hizo mucho énfasis en que era un movimiento a competir en el corto plazo. En que de veras creía que aquella nueva configuración acercaba más a los Dallas Mavericks al campeonato que el jugador que se quedó a 3 partidos de dicho objetivo solo 9 meses antes. Y por eso, cuando ahora esta meta parece alejarse cada día un poco más, toca pasar revista.
En la prensa estadounidense ya empiezan a dar por hecho que la etapa de Nico Harrison como presidente de operaciones en Dallas tiene los días contados. «Es cuestión de cuándo, no de si Nico Harrison será despedido», comenta Tim MacMahon, siempre cercano a la franquicia texana, en The Hoop Collective.
Es raro ver rodar la cabeza de un directivo en mitad de la temporada sin antes mirar al banquillo. Sin embargo, habiendo asumido de forma personal las responsabilidades por el infame traspaso, convirtiéndose en el enemigo público número uno, ahora mismo es un blanco fácil para Patrick Dumont. Además, la franquicia acaba de renovar a Jason Kidd.
En estos momentos los Mavericks van penúltimos del Oeste con un récord de 3-7 y el segundo peor ataque de la NBA. Las lesiones inciden en esto, pero no tanto en las horribles sensaciones que desprende el equipo. Cooper Flagg, visto como bendición e incluso pago por algunos, es ilusionante a futuro pero no lo suficientemente bueno como para acercar ya al equipo a ganar partidos a ritmo de playoffs. Menos aún cuando se le encomiendan labores de base que nunca ha desempeñado.
(Fotografía de portada de Kevin Jairaj-Imagn Images)
