La apuesta de los Sixers no solo conllevaba el riesgo implícito de esperar todo un año para jugársela por un agente libre como Paul George. También el de la salud, estigma que acompaña al ya ex de los Clippers y a Joel Embiid, estrella absoluta de los de Philly. Anoche, todavía en pretemporada, George dejó helados los nervios de su nueva afición después de sufrir una hiperextensión de rodilla que le obligó a abandonar el partido. Acciones similares han podido significar problemas de menisco o ligamentos. Sin embargo, parece que en la cúpula de los Sixers reina la tranquilidad.
El propio Geroge decía sentirse bien una vez pasado el susto y Nick Nurse, su entrenador, iba más allá. «Todo va bien por ahora. Veremos cuando le realicemos pruebas». Aun así en la franquicia descartan cualquier lesión mayor y estiman la baja máxima en unas tres semanas si acaba siendo algún tipo de esguince en los ligamentos.
Obviamente, sea cual sea la índole de dicha lesión, el inicio de temporada peligra para el alero a solo una semana del opening night. Esta misma semana, Daryl Morey y Embiid hablaban de cómo se gestionará el juego de ambos, dejando caer que es posible que ninguno de los dos dispute partidos en días consecutivos. El objetivo no es otro que llegar fresco a la postemporada, aunque que ninguno de los dos vaya a completar la pretemporada no es una señal demasiado halagüeña.
(Fotografía de portada de Mitchell Leff/Getty Images)
