A Rey muerto, sustituto a secas. Día muy triste para la NBA y para San Antonio Spurs con la retirada de Manu Ginóbili del baloncesto profesional, a la que la franquicia texana ha reaccionado acordando la contratación de Quincy Pondexter, tal como ha podido informar Chris Haynes (ESPN).
El alero, eso sí, ha tenido un protagonismo bastante residual en la liga durante los últimos tiempos. Y no debido a que no haya presentado dosis importantes de tesón, sino porque las lesiones, literalmente, le machacaron.
Tras una lesión en el pie por la que tuvo que perderse varios meses de competición en 2015, llegó el auténtico calvario del alero entonces en los New Orleans Pelicans. Molestias en la rodilla izquierda que se intensificaban y tenían un origen extraño le obligaron a pasar dos veces por el quirófano y a perderse dos temporadas completas.
«Intenté hacer todo lo posible para volver a jugar, pero mi rodilla estaba muy mal. No podía ni siquiera subir escaleras, imagínate correr, saltar o cualquiera de esas cosas. Pero quería sacrificarme por los Pelicans», relataba en el final de su proceso de recuperación Pondexter, que años atrás su había logrado ser un jugador de rotación interesante, con presencia, físico y dotes aprovechables en ambos lados de la cancha.
Lesión y vuelta, en Chicago
Debido a sus intensos problemas en la rodilla izquierda, el pasado curso solo disputó un puñado de partido en las filas de los Chicago Bulls (23), que le dieron una oportunidad en verano pero después cortaron su contrato en febrero. Ya no volvió a jugar el pasado curso y se centró en recuperar su mejor nivel de cara al entrante 2018-19.
Su peso en la rotación de Chicago fue de tan solo 8,5 minutos por noche y sus promedios anotadores tampoco fueron un alarde, con 2 puntos por partido que jugó. Durante el verano, no obstante, ha trabajado para ser el jugador que con New Orleans llegó a promediar 27 minutos de juego y casi 10 tantos.
Es de esperar que el acuerdo entre Pondexter y los Spurs sea no garantizado plenamente, con lo que el alero deberá ganarse un hueco final en el roster a golpe de entrenamiento, training camp y pretemporada.