Incluso con su equipo ya matemáticamente eliminado de la lucha por los playoffs, Mark Cuban ha encontrado la fórmula de llamar la atención. Sus Mavericks tendrán un nuevo jugador bastante inusual en su plantilla para el cierre de temporada en casa. Según adelantó ESPN y confirmó el propio dueño de los Mavs, Tony Romo, quarterback de los Dallas Cowboys durante las últimas 13 temporadas, se sentará en el banquillo durante el duelo que los Mavs jugarán el próximo martes contra Denver.
Un homenaje especial
Romo, de 36 años, puso recientemente punto y aparente final a su carrera de jugador de fútbol americano para convertirse en analista televisivo. Pese a no haber logrado más de dos victorias de playoffs con los históricos Cowboys, el quarterback es una persona especialmente querida en Dallas, y el equipo de baloncesto de la ciudad ha querido honrarle antes de iniciar su nueva etapa profesional convirtiéndole en «Maverick por un día».
Con un puesto libre en la plantilla, los Mavs podrán firmar a Tony Romo como jugador para el último partido en casa, teniendo el derecho de vestirse con el uniforme del equipo y sentarse en el banquillo durante el duelo ante los Nuggets, posiblemente con pocas ganas de homenajes en plena pelea por el octavo puesto del Oeste. El plan, eso sí, es que Romo no salga en cancha en ningún momento y sea solo un espectador privilegiado. Con un compromiso más para los Mavericks al día siguiente en Memphis, presumiblemente Romo será formalmente cortado tras su enfrentamiento contra Denver.
Fichaje atípico
En la biografía de Tony Romo aparece una cierta experiencia como jugador de baloncesto a nivel de high school, antes de concentrarse en su carrera como quarterback de fútbol americano. Aunque no llegue a pisar la cancha, su «fichaje» se convierte en un poco habitual espectáculo mediático en un partido sin transcendencia para los Mavericks. Curioso precedente que puede marcar tendencia futura en los rutinarios finales de temporada de equipos ya sin opciones para el campeonato.