Sin disputar un partido desde finales de marzo y batallando duramente contra una tendinitis en su rodilla derecha. Esta es la realidad a la que se enfrenta Reggie Jackson, quien se encuentra a punto de entrar en el tercer año de su contrato por cinco temporadas, y 80 millones de dólares, firmado con los Pistons en 2015.
Una lesión ‘eterna’
La tendinitis asola a Jackson desde que fuera elegido nº24 del Draft de 2011 por los Thunder. Por entonces, recibió los primeros tratamientos de plasma rico en plaquetas. Con los Pistons, recayó de sus problemas al inicio del pasado curso, lo que limitaron mucho su explosividad y sus prestaciones, después de una temporada 2015-16 en Detroit bastante positiva.
Tras no jugar desde el citado mes de marzo y someterse a un proceso de 16 semanas de recuperación, el base está listo para la pretemporada, según ha señalado su entrenador Stan Van Gundy a Free Press. “Estará listo”, apuntó el técnico, quien aseguró que Jackson va aumentando estrictamente dedicado al baloncesto y que las valoraciones de los doctores son buenas.
No obstante, Van Gundy quiere tomar todas las precauciones posibles y con vistas al training camp pretender forzar los justo la rodilla de Jackson, que sólo entrenará una vez por día. En dos cursos y medio en Detroit, el base nacido en Italia firma 158 duelos de liga regular, con una media de 17,2 y 6,4 puntos de media por choque.