Poco o nada importa que sean las Finales. Poco o nada importa que sean los únicos interiores de Cleveland con cierto poder de condicionar, de algún modo, el small ball way of live rival. Poco o nada importa a la NBA que los Cavs necesiten de todo su inventario para que la eliminatoria final por el título tenga sabor. El reglamento, señorías, es lo primero.
En esta larga secuencia que vemos en el vídeo, con el partido acabado, Tristan Thompson y Kevin Love incurrieron en un par de errores que, de aplicar el reglamento con taxativa severidad, podríamos no verles de corto en el segundo encuentro de las Finales. Informa ESPN, que la NBA está analizando los hechos y meditando sobre si tomar alguna medida punitiva al respecto.
Acciones distintas
La de Thompson es más evidente, así como irresponsable, y no por ello menos comprensible. Porque a Draymond Green lo de sacar de quicio al rival… se le da de perlas. Talento innato el suyo. Y Thompson está vez no supo ignorarle, no logró mantener la cabeza fría, y le golpéo con el balón en la cara, detonando el altercado. Los árbitros ya habían señalado ‘flagrante tipo 2’ y el ala-pívot estaba expulsado del encuentro, por lo que esto solo sirvió para echar más leña al fuego.
«Solo contesté a un tiro que no debió haber tenido lugar. Es como una regla no escrita de la NBA. Si ganas de 10 o de 11 y quedan menos de 20 segundos, no tiras. No sé por qué fui expulsado», explicaba Thompson en el postpartido.
Lo de Kevin Love fue más inocente, pero tampoco por ello más exonerable. Estamos cansados de ver como la Liga castiga a aquellos que invaden la cancha cuando no forman parte del quinteto oficial que tiene derecho a pisar el parquet en ese momento. Y Kevin Love era uno de los que no. Apenas fueron un par de metros (minuto 1:45), pero al parecer fue más que suficiente para que se esté discutiendo si merece, o no, ser sancionado.