Después de la reciente ola de positividad generada alrededor del regreso de Jamal Murray para este mismo curso, las últimas actualizaciones apuntan a que quizás esta no termine por darse. Ayer Michael Malone aseguraba que el jugador no estaba cerca de poder jugar. También adelantaba que el jugador volverá a la disciplina de los Grand Rapids Gold de la G League para continuar con su plan de entrenamiento. Por supuesto, el técnico dejaba claro que no hay ninguna fecha prevista para su regreso a Denver en las próximas semanas.
Hoy Joe Vardon publica un artículo en The Athletic desgranando la situación. Al parecer, los especialistas de la franquicia no creen que haya tiempo suficiente para que Murray volviese a un estado de forma óptimo y quieren evitar la frustración que podría suponer al jugador estar por debajo de su nivel en el momento más trascendente de la temporada. El cuerpo médico se ampara en el reciente caso de Klay Thompson para explicar qué tipo de dificultades físicas encontraría el base canadiense al volver. Según las fuentes internas consultadas para la realización del texto, Denver espera que Michael Porter Jr. sí termine volviendo a jugar este curso, aunque no es seguro.
Por otra parte, los Nuggets también trabajan la parte mental en Murray por la decepción que puede ser para él no llegar a tiempo para la actual temporada. Desde la organización siempre han tratado de quitarle responsabilidad y otorgarle todo el tiempo posible. Malone decía hace meses que no debía sentirse culpable por no recortar los plazos. Ni siquiera por no cumplir las primeras expectativas médicas. Pero el fuego competitivo de Jamal no entiende de evadir responsabilidades. Un miembro anónimo del equipo incide en lo injusto que sería poner el peso sobre que significan los playoffs sobre los hombros del jugador. Lo cual están intentando hacerle comprender de la mejor de las maneras.
(Fotografía de portada Christian Petersen/Getty Images)