Shaquille O’Neal, uno de los jugadores más dominantes de la historia, prolongó su vínculo con el baloncesto más allá de las canchas tras retirarse en 2011. De hecho, apenas dos años después se convertiría en accionista de los Sacramento Kings.
Según señaló Forbes por aquel entonces, O’Neal compró entre el 2 y el 4 por cierto de la organización, tasada en 534 millones de dólares. Actualmente, la franquicia está valorada en 1.800 millones, casi el cuádruple.
Así, el ex-jugador y actual analista de la TNT se llevará un buen pellizco cuando confirme la venta de su participación. O’Neal se convertirá en nuevo embajador de la empresa de apuestas WynnBet. Y según recoge la normativa vigente de la NBA, un acuerdo de este tipo implica no disponer de acciones en ninguna franquicia de la liga.
Este acuerdo convertirá a O’Neal en el rostro de la marca en sus campañas publicitarias en televisión, formatos impresos y digitales. Y si bien el valor de las franquicias ha crecido a un ritmo vertiginoso en la última década, el contrato ofrecido por WynnBet ha tenido que ser bastante lucrativo para convencer al ex-jugador de sacrificar su vínculo propietario con los Kings.
(Fotografía de portada de Thearon W. Henderson/Getty Images)