Los problemas de rodilla de Lonzo Ball mantienen en vilo a los aficionados de Chicago. El base ha superado con creces los plazos iniciales respecto a su proceso de rehabilitación pero su regreso sigue envuelto en un halo de misterio. De hecho, el último reporte sobre su situación se remonta a mediados de julio, cuando el jefe de operaciones, Arturas Karnisovas, sugirió que el guard estaría listo para participar en el training camp. Un deseo que está lejos de cumplirse
Un reciente informe del medio NBC Sports señala que la balanza de la organización empieza a decantarse hacia el optimismo aunque todavía no existe una fecha exacta para su reaparición. De hecho, el periodista de dicho medio, K.C. Johnson, pone en seria duda que Lonzo esté disponible para empezar la regular season.
Ball se sometió a una cirugía en enero para reparar un desgarro de menisco. Originalmente se esperaba que estuviera listo para finalizar la temporada, pero un hematoma en el hueso interfirió en su proceso de recuperación, retrasando su regreso desde entonces. Ahora, todo apunta a que no completará el training camp junto a sus compañeros.
Por su parte, los Bulls ya se habían adelantado a esta posibilidad mediante la contratación del veterano Goran Dragic para tratar de reforzar la posición.
(Fotografía de portada de Jonathan Daniel/Getty Images)