Inesperado movimiento por lo absolutamente nada que se ha rumoreado sobre él.
Ni Jeff Green ni Lance Stephenson habían levantado demasiado humo estos días entre las afiladas plumas de lo candente, pero finalmente se sucede un trueque de cromos que básicamente viene a intercambiar dos jugadores de perfil muy similar.
La primicia ha venido de la mano de Dan Woike, del OC Register, y de este modo dos jugadores que, cada uno a su manera, no han tenido el impacto deseado ni esperado en sus franquicias, canjean ciudades con la esperanza de un futuro mejor.
Los Clippers envían además una primera ronda a Memphis Grizzlies. De este modo, termina el decepcionante paso de un Stephenson que llegaba a Los Angeles con esa misión de ser la rúbrica de un equipo con máximas aspiraciones. Él y Josh Smith aterrizaron en los Clippers para aportar esa profundidad de la que adolecía el banquillo. Ahora se convertirá en una de las principales bazas anotadoras en un conjunto que dista mucho del que ha sido su último hogar, y destaca por su perfil rocoso en defensa.
Green, en un buen momento
A cambio, se hacen un jugador que no vacila a la hora de anotar y cuya efectividad está fuera de toda duda, cubriendo un puesto de alero que lleva demasiado tiempo en Los Angeles reclamando dueño. De hecho Green viene de hacer el arranque de 2016 lo mejor de su temporada, promediando casi 16 puntos en los cinco últimos partidos.
Memphis pierde definitivamente a su martillo anotador que hizo las veces de aquel Rudy Gay que cumplía a las mil maravillas con ese papel. Todo a la espera de ver lo que puede hacer Stephenson y ver si rescata algo del versátil jugador que vimos nacer en Indiana.
Un dato, cortesía de ESPN Stats, que exhibe lo poco movido que ha estado el presente mercado invernal de acuerdos importantes, es que solamente Green y Markieff Morris —traspasado a los Wizards— superaban los 20 minutos de media jugados por partido.