Los problemas de cadera que apartaron a Isaiah Thomas de los últimos partidos de la temporada pasada y que le obligaron a ausentarse en la recta final de la serie ante los Cavaliers, han sido una de las mayores preocupaciones de los Celtics este verano. Al base se le ordenó descanso y más descanso y aunque pudo sortear el paso por el quirófano, su regreso al trabajo todavía no tiene una fecha concreta.
Ahora, con el training camp a la vuelta de la esquina, su entrenador en Boston, Brad Stevens, ha asegurado que las pruebas a realizar a Thomas a principios de septiembre determinarán si el jugador está listo para unirse a la pretemporada de los Celtics.
“Tiene otra exploración a principios de septiembre. Ha llevado a cabo el descanso apropiado y ha hecho rehabilitación. En el último mes, en las últimas semanas, se han dado buenos pasos, pero no vamos a saber nada concreto hasta principios de septiembre”, apuntó el preparador a Chris Mannix, de The Vertical.
Precaución en el último año de contrato
Aunque presumiblemente no hay riesgo de que la lesión vaya a más y a pesar de que se han cumplido todos los plazos de manera adecuada, en Boston no quieren ni un paso en falso con un jugador que todavía no ha renovado y que finaliza contrato el próximo mes de julio. Stevens y compañía esperan que para finales de septiembre Thomas pueda pasar a la acción, aunque una ausencia algo más prolongada les permitiría también calibrar hasta qué punto Gordon Hayward puede trabajar como base en el sistema de la franquicia de Massachusetts.