La relación entre Tom Thibodeau y Jimmy Butler no podría clasificarse precisamente como buena. Cuando comenzó la pasada temporada, las sensaciones que dejaban los Timberwolves eran muy positivas: Karl-Anthony Towns y Andrew Wiggins dando un paso hacia delante en ese núcleo joven y esperanzador; y Jimmy Butler como nuevo ingrediente de un cóctel preparado para dar toda la guerra posible en el Oeste.
Cierto es que el equipo logró 16 victorias más que el curso anterior, alcanzando los playoffs por primera desde 2004. Y también es cierto que Towns y Butler fueron All-Stars en febrero. Sin embargo, no era oro todo lo que relucía y el equipo escondía y arrastraba un montón de problemas internos que han acabado por salir a la palestra en este verano.
Al parecer, y según han ido señalando diferentes medios a lo largo de estos meses estivales, Butler guarda una doble frustración. La primera es con Towns y Wiggins, con los que el feeling no es el mejor en cancha. Su segundo problema lo tendría con su entrenador, Tom Thibodeau, a quien no acaba de pillarle su estilo de juego.
Teniendo este bagaje de relaciones en cuenta, no es de extrañar que se haya deslizado la posibilidad de que Butler deje Minnesota como agente libre el próximo verano. Incluso, si la cosa aprieta, tampoco se descarta que haya equipos preparando ofertas que pudieran ver este mismo curso, vía traspaso, a Butler con otra camiseta distinta a los de los Wolves.
¿Qué supondría su marcha?
Preguntado sobre este tema, Thibodeau tuvo una respuesta que, por un lado, intentaba tranquilizar a los aficionados del equipo que puedan estar intranquilos ante esa posible marcha de un jugador importante; y, por el otro, dejaba caer que tampoco estaba demasiado preocupado si algo así sucede. Eso sí, de momento no se cree demasiado los rumores que hay al respecto.
“Ganar se ocupará de eso [de la posible marcha de Butler]”, dijo el técnico en Star Tribune. “Llevo aquí ya un tiempo. No me creo nada de eso. Hay que distinguir lo que es real de lo que no lo es. Nunca escuchaste nada de boca del propio Jimmy. Siempre es una fuente cercana al jugador. Si Jimmy tiene algo que decirle a alguien, normalmente va a decirlo directamente. Lo más importante es la química en la pista, y ganar. Cuánto de eficiente es un equipo te lo dice la química que tengan en pista”.
Y además aprovechó para decir que estaba “en desacuerdo” cuando un aficionado del equipo cuestionó la unidad del equipo que el año pasado llegó a esas 47 victorias.