Minnesota Timberwolves va camino de ser equipo de playoffs tras trece temporadas de sequía, pero ni por ello las aguas están completamente calmadas.
Los de Minneapolis, subidos al vagón de los Big Three tras hacerse con Jimmy Butler, debían depurar responsabilidades en cancha bajo el mando de Tom Thibodeau. Lo hicieron y situaron una cadena de mando que no ha gustado a Andrew Wiggins, quien se ve como la tercera opción del equipo.
La situación no parece grave, pero según el periodista local Darren Wolfson el alero ya habría «deslizado a sus compañeros de equipo» que no está contento viéndose por detrás de Butler y Karl-Anthony Towns.
Habría que analizar con exactitud qué ocurre cuando los tres están juntos, pero si nos atenemos a los últimos cuartos de los partidos, los cuales suelen jugarse en gran medida con los quintetos titulares, Butler se lleva el premio. El exjugador de los Bulls dispone de hasta 4,7 lanzamientos mientras que Towns disfruta de 3,2 y Wiggins se queda en 2,4.
El anterior dato es curioso, ya que en lanzamientos totales por noche es Wiggins quien se lleva la palma con 15,9. ¿Qué quiere decir esto? Pues justo lo que incomoda al alero, que sus tiros llegan mayormente en momentos de menor importancia, estando relegado a un segundo plano cuando las otras dos estrellas llevan el peso del ataque.
Paso atrás
Wiggins puede sentirse infravalorado en Minneapolis. Siendo señalado en todo momento como pieza clave del futuro de la franquicia, este año ha visto como su aportación ha pasado de 23,6 puntos por partido a 17,9. Además, ello ha llegado como consecuencia de que Minnesota se hiciese con un All-Star cuyo juego se asemeja al suyo. Por ahora no es un problema grave, pero si exige mayor protagonismo todo podría complicarse.