En Chicago, la ciudad del viento, este parece haber dejado de soplar. La franquicia acumula ya demasiados años sin que nada parezca cambiar del todo, y ese inmovilismo es ya marca del mandato Karnisovas. A quien han tenido que venir a saquear desde Oklahoma para ver algo de novedad en un roster que llevaba sin mutar desde 2021. Parte importante de ese estancamiento resulta Zach LaVine. Quien fue firmado a precio de superestrella (215 millones en 5 años) y cara visible de la franquicia en 2022 y que desde entonces no ha dado pasos adelante. Ni siquiera ha logrado mantener su valor de mercado, por lo que los Bulls tampoco han tenido fácil obtener algo a cambio de una salida que parecía cantada.
LaVine ha llegado a ser apartado del equipo en lo que parecía una relación rota. Sin embargo, cuentan desde The Athletic que el escolta se ha tomado la vuelta a los entrenamientos como una nueva oportunidad. El equipo habrá perdido parte de su capital de talento, pero también puede verse la temporada que abre como el comienzo de algo. Con esa actitud ha estado LaVine en las primeras sesiones previas al comienzo oficial de la temporada. El escolta se ha apuntado a todos los eventos voluntarios organizados por la franquicia, incluyendo un minicampamento en Miami donde ha participado la mayoría del equipo y él ha sido una de las voces cantantes.
Esto tampoco es nuevo. Ya que a pesar de su situación personal, LaVine no ha faltado a ni un solo partido en el United Center vestido de calle y siendo aliento desde esas últimas filas de la banca. Puede que su hueco en unos Bulls que pretenden apostar por la juventud esté en entredicho. Pero tanto él como la franquicia necesitan que comience la temporada acercándose a ese nivel All-Star que se le llegó a presuponer. Solo así uno y otro podrán dejar atrás una etapa que terminó casi antes de empezar.
(Fotografía de portada de Jamie Sabau/Getty Images)