La larga espera podría pronto llegar a su fin. Prontísimo. Zion Williamson podría debutar en la NBA, en formato de temporada regular, este mismo jueves, tal como pudo compartir el periodista Mitch Lawrence (SiriusXMNBA). La versión de las fuentes de Lawrence matizaban que se conocerían más detalles sobre el estreno del novato a lo largo de la semana, según se produjeran más entrenamientos, pero se espera que el gran bautismo llegue este próximo jueves ante los Utah Jazz.
Y no es cuestión baladí que por fin vaya a debutar uno de los rookies más esperados de la década, pues la espera ha sido de lo más extensa. Los New Orleans Pelicans han aplicado la mayor de las prudencias en la rehabilitación de Williamson, que sufrió un desgarro en el menisco lateral derecho y fue operado antes de comenzar la temporada.
Los tiempos de recuperación se fueron alargando desde el comienzo de su período de baja. Inicialmente, se dijo que de seis a ocho semanas sería el dique seco aproximado para Zion. De eso hace casi tres meses (desde el 20 de octubre), tiempo durante el que jugador y franquicia han realizado todo tipo de pruebas además de la propia recuperación de la lesión; siempre con la mayor de las delicadezas.
Esa fue siempre la tónica que Zion. No había ninguna prisa. No la había porque se prefería ir despacio y con calma a precipitarse y estar lamentándolo una buena temporada.
Los Pelicans hasta practicaron con Williamson nuevas formas de correr y de desplazarse por la cancha en aras de encontrar el formato que menos erosionase el físico del jugador. No es para menos, pues la carrocería del novato es algo nunca visto en la Liga: 1,98 de estatura y casi 130 kilos de peso. Una mala bestia hasta con ciertos poderes autodestructivos.
La vuelta de Zion a las canchas está a la vuelta de la esquina, pero, eso sí, se espera que sea con restricción de minutos en cancha, así como veto a los back to back, según la versión de Alvin Gentry, técnico de los Pelicans en las últimas semanas.
Las cualidades del jugador parecen intactas dado que durante los últimos partidos de su equipo dejaba ver, en el calentamiento, que sus habilidades aéreas siguen operando.
Seguir en la universidad
El hombre del año en New Orleans, sin todavía haber debutado, está a punto de llegar. Llegará no para salvar a unos Pelicans que vienen realizando una campaña difícil de mirar (14-26). Tras un inicio de ejercicio lamentable, el equipo de Gentry ha enderezado un poco el rumbo tras ocho victorias en los últimos 12 encuentros.
No llegará Zion para ser ningún salvador, sino para depositar la primera piedra, firme, de su futuro reinado. Lo bueno no se espera esta temporada, sino inmediatamente después de ella.
A solo unos días de su estreno oficial en la NBA —de confirmarse la versión de Mitch Lawrence—, Zion Williamson también sorprendió de manera reciente por unas declaraciones sobre su llegada a la NBA. En el podcast de su compañero de equipo J.J. Redick, que también fue jugador de Duke antes del profesionalismo, Williamson aseguró que él quería seguir jugando en la NCAA y retrasar su llegada a la NBA.
«Quería volver. La gente no me cree, creen que lo digo por decir, pero realmente quería volver a jugar en Duke. La NBA iba a estar ahí siempre. El dinero es dinero. Yo no juego por eso, por el dinero. Juego porque realmente amo este juego. Y disfruté tanto de la experiencia en Duke que quería repetir. Pero el entrenador (Mike Krzyzewski) no me iba a dejar hacerlo porque decía que hiciera lo mejor para mi familia. Mis compañeros también me decían que hubiera estado genial volver con ellos, pero que estaría arriesgando demasiadas cosas. Pensé en mi madre, pero hablé con ella y me dijo que me apoyaría fuera cual fuera mi decisión», pudo declarar Zion Williamson.
Media NBA estaba esperándole; era el novato con mayores referencias desde mitos como LeBron James; y aun así él quería seguir jugando en la universidad. Finalmente, no fue así y Zion Williamson emitirá su debut en la NBA, por fin y si todo va bien, este mismo jueves.
(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)