Siempre se ha dicho que los ataques ganan partidos y las defensas campeonatos. Pues bien, Oklahoma City Thunder es de esos equipos que tienen tatuado a fuego lo segundo; tanto es así que anoche secaron a Los Angeles Clippers en la última jugada del partido para certificar su triunfo por 101-103, uno en el que ni siquiera pudieron contar con Jalen Williams y Chet Holmgren. Sí, OKC parece hecho de otra pasta.
La jugada a la que nos referimos como defensa ganadora es la última del partido ante los californianos. Con 40 segundos por delante, los Clippers perdían por un solo punto y teniendo en pista a James Harden y Kawhi Leonard confiaban en encontrar el camino al aro. Les fue imposible. Oklahoma se lo negó hasta el punto de obligarles a lanzar desde lejos y forzados.
El plan de Tyronn Lue era claro. Se trata de darle el balón a Leonard y que resolviese. Otras veces había funcionado, pero no con estos Thunder delante. El ganador de dos anillos se vio primero obligado a terminar soltando el balón para que lanzase y fallase Norman Powell. Agarrado el rebote en ataque, esta vez si lanzó Leonard, pero en mala posición y sin encontrar la red. Game over.
THE THUNDER LOCK IN DEFENSIVELY AND SECURE THE WIN OVER THE CLIPPERS 🔒🔒
— NBA (@NBA) March 24, 2025
IT'S OKC'S 6TH STRAIGHT VICTORY!! pic.twitter.com/JApIxsdFbK
Ver a los Thunder hacer algo así no es una excepción. En la presenta campaña están marcando el tono a partir de la defensa para ser el mejor equipo de la NBA en tal faceta del juego al permitir únicamente 10,6,4 puntos por cada 100 posesiones. Exacto, OKC es un auténtico muro.
(Fotografía de Jason Parkhurst-Imagn Images)