El final de la carrera de DeMarcus Cousins está siendo un desastre. Poco o nada queda de aquel jugador que deslumbró con Sacramento Kings. Sí, es verdad que una gravísima lesión truncó su camino de súper estrella, pero ahí a salir a botellazos jugando en la liga de Puerto Rico hay un buen trecho…
Jugando en el presente para los Mets de Guaynabo de Puerto Rico, Cousins está muy lejos de encontrar una buena versión de sí mismo. Lo más destacado que se puede decir de los últimos tiempos es que ha ido dando tumbos por diferentes países sin que su rendimiento haya correspondido a su fama; es más, esta última madrugada ha protagonizado un surrealista incidente en el Coliseo Rubén Rodríguez.
Todo empezó a complicarse cuando Cousins quedó tendido sobre el parqué pidiendo una falta. Tras levantarse increpó a los árbitros aireadamente, lo cual acabó llevando a un enfrentamiento dialéctico (y con gestos obscenos) con parte de la grada del pabellón. Las cosas, lejos de calmarse, llevaron a la expulsión del pívot por doble técnica y a una auténtica batalla con los aficionados camino del vestuario; tanto es así que la seguridad tuvo que intervenir para que Cousins no terminase peleándose a puño limpio con el público. He aquí el momento en vídeo.
Y el #MotinAlert de hoy para nuestro pana Boogie pic.twitter.com/oplAZOI2Bg
— 12magnificos (@12magnificos) June 10, 2025
Es cierto que Cousins nunca ha sido el jugador más calmado, pero estas imágenes superan cualquier línea roja. Amenazó a los aficionados, lanzó peinetas, insultos y ello acabó con el público –tampoco son santos–, lanzándole botellas y vasos de cerveza. Fui ahí cuando el center se revolvió para lanzarse contra ellos, pero por suerte le frenaron a tiempo.
(Fotografía de Ron Chenoy-Imagn Images)
