Los Utah Jazz han protagonizado la gran sorpresa de la madrugada. El cuadro de Will Hardy ha tirado de épica para imponerse a los líderes del Este por 131-129 en una demostración de que este equipo ya no es el desastre de la temporada pasada, algo que se ha ido evidenciando durante todo el curso pero que termina de quedar solidificado con el que seguramente sea el triunfo más prestigioso del año. Un triunfo que, al igual que la mejora colectiva, no se entiende sin Keyonte George.
El base ha dado un salto de calidad tremendo como anotador, habilidad que sacó a relucir cuando, con solo 2,1 segundos para el final, anotó la canasta que dio la victoria a los de Salt Lake City. George arrancó negando el bloqueo de Markkanen para dejar atrás a LeVert, aprovechó las dudas de la defensa para colarse entre su defensor y Green, y una vez que puso un pie en pintura y supo que Duren se acercaba para intimidar supo que tenía que soltar el balón rápido.
Y eso hizo. Frenó con el segundo paso, quedó congelado en el aire, y lanzó un delicado floater que no por cercano era menos complicado. Pero que acabó llegando al aro y sumando dos puntos más en el marcador, dejando a Keyonte en los 31 y a los Jazz por delante.
KEYONTE GEORGE CALLED GAME.
— Legion Hoops (@LegionHoops) December 27, 2025
TOUGH.pic.twitter.com/YxYmCnlmcZ
Cade Cunningham tuvo la oportunidad de cambiar el sino del encuentro en los dos segundos que quedaban, pero, bien apretado por Collier, su triple a la desesperada solo encontró el tablero y no pudo dar a los de Michigan su cuarto triunfo consecutivo. El base había sido el responsable de que los suyos, que habían estado 15 abajo en la segunda mitad, llegasen con vida a los últimos segundos, pero a la hora de la verdad no pudo concluir la proeza.
Esta vez era otro equipo joven al que le tocaba sonreír.
(Fotografía de portada: Rob Gray-Imagn Images)





