Si hace no mucho ver a Nikola Jokic furioso con los suyos era una rara avis, eso ha cambiado en el último tramo de temporada. Ya poco antes del despido de Mike Malone y Calvin Booth al serbio se le vio desquiciado en el banquillo durante una derrota ante los Warriors. Ayer, en el tercer partido ante los Clippers, volvió a ocurrir.
Al pívot se le vio muchas veces frustrado durante el partido. Especialmente en el apartado defensivo, donde los Denver Nuggets cometieron una miríada de errores ante unos Clippers que no tuvieron piedad para poner el 2-1. Y todo ello desembocó en una discusión acalorada con Ryan Saunders, asistente del cuerpo técnico.
A Jokic se le ve gesticular ostensiblemente y, al acabar sus reproches, sentarse abatido en la silla. Gesto que simboliza muy bien una temporada especialmente dura para el pívot por la infame carga que lleva a los hombros y para el equipo por todo lo sucedido. Pese a ello y la derrota, no tendrán mucho tiempo de lamerse las heridas ya que este mismo sábado se juega el cuarto partido de la serie.
(Fotografía de portada de Isaiah J. Downing-Imagn Images)
