Para la mayoría no era más que un Lakers versus Hornets. Pero para uno de sus protagonistas seguro que se trató más de un Doncic contra Ball. ¿De quién hablamos? Del propio LaMelo Ball.
Anoche ganó el equipo a quien, en términos globales, menos le importaba la victoria. Y no es temerario decir que aún en la derrota, el playmaker de los Hornets se habría ido a la cama igualmente contento sólo por ganarle el duelo individual al protagonista del ‘traspaso del siglo’.
Que LaMelo es un jugadorazo no lo vamos a descubrir. Que a sus 23 años está lejos de ser un líder y alguien incapaz de tirar de un equipo, tampoco. Y frente a Luka Doncic, hay que decirlo, fue él quien más brilló de los dos.
Al casi triple-doble de un Luka errático en el tiro (5 de 18), contestó LaMelo con 27 puntos, 6 asistencias y casi un 50% en tiros de campo (9 de 19), y que con un +8 acabó con el segundo mejor net rating del equipo.
Sangre fría en el clutch
Y también firmó las dos mejores acciones de la velada.
Con el partido en un puño retó al base esloveno en un 1 contra 1 del que Doncic salió retratado y Ball sumó una sentencia marca de la casa para Mark Williams.
Pero aún quedaba lo mejor. Veinte segundos para el final y los Hornets dos puntos arriba y con la posesión. Si anotaban, partido visto para sentencia. Street ball del bueno. Crossover, penetración, floater suave. El LaMelo más auténtico. Lo compras o lo dejas.
(Fotografía de portada de Jason Parkhurst-Imagn Images)
