Los Grizzlies estaban realizando un ataque para quedarse a dos puntos al final del tercer cuarto y lo que ocurrió es que recibieron un tapón e inmediatamente un triple bestial de Stephen Curry desde su propia línea de tres puntos.
«Lo práctico todos los días», dijo Curry ya en vestuarios en referencia a ese triple. «Y no es una mentira».
El triple de Curry fue una puñalada a sus esperanzas de Memphis, que veían que a pesar de la lucha la última palabra siempre la tenía el recién nombrado MVP.