Hay que ser justos. Y si le dimos palos en dos ocasiones cuando no movió ni una célula cuando tocaba correr para atrás, lo que ayer realizó hoy se merece nuestro aplauso.
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Sucedió anoche, en la victoria de sus Rockets frente a los Utah Jazz. James Harden, autor final de 33 puntos, perdió el balón intentando un pase por la espalda. Entonces (que alguien me pellizque), corrió hacia su aro para corregir su error. El shooting guard nos demostró que es capaz de defender, no a uno ni a dos, sino hasta a tres atacantes de forma simultánea.
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Cobró un espectacular tapón tras no claudicar ante el primer amago, y no contento con ello condujo la ofensiva para servir el triple a Trevor Ariza. La jugada perfecta.
Ahora ha demostrado que sabe defender. La cuestión es, ¿quedará esta joya como un hecho aislado o lo convertirá en una sana costumbre? Quizás alguna acción más de éstas sería lo que necesita para responder a Klay Thompson; entonces, cualquier palabra estaría de más.
