En plenas negociaciones para incorporar a David Griffin como general manager de los Knicks, Steve Mills, el hombre que está trabajando en la agencia libre tras la salida de Phil Jackson, se lanzó a por todo para traer de vuelta a Tim Hardaway Jr. Exactamente ese todo estaba valorado en 71 millones dólares y cuatro campañas, que es lo que percibirá finalmente el escolta por jugar en la Gran Manzana, tras rechazar los Hawks la opción de igualar la oferta.
Semejante contrato ofrecido para firmar a una pieza de la que se deshicieron en 2015 creó sorpresa no sólo fuera de los Knicks sino dentro de la propia franquicia, según informa ESPN.
De los 71 millones pactados con Hardaway Jr., 16,5 ya son para la 2017/18. A falta de oficializar a Ron Baker, los Knicks tienen comprometidos en nóminas casi los 99 millones del tope salarial para el próximo curso. El traspaso de Carmelo Anthony, pieza clave para futuras operaciones.